Allá por mayo en una columna publicada en este medio dijimos “Gano Milei”.
Sin bola de cristal, ni tarot, simplemente observando que ya por aquel entonces en el prólogo de la contienda, el León venía instalando el marco conceptual de la elección. Dolarización, banco central, portación de armas, venta de órganos, etc, etc. Todas propuestas de Milei sobre las que los demás candidatos tuvieron que opinar, de manera reactiva, sin lograr imponer agenda propia ni temas que entusiasmen.
Milei llegó a las PASO sin aparato propio, sin distritos, con magros resultados en las elecciones provinciales de este año, con excepción de La Rioja y Chubut, donde no ganó, pero cosecho una primera sorpresa de casi 14 puntos junto a Cesar Treffinger. Mientras tanto, desde las otras tres esquinas del cuadrilátero se disputaron la elección entre Patricia Reina, el Peladismo y Sergio Tomás Copperfield. Los dos últimos estando en gestión, con más recursos, con territorio, con apoyos, con victorias previas (electorales o de otros tipos). Se esperaba que los grandes espacios jugaran como una desventaja obvia para Milei, sin embargo, la sorpresa nos deja una enseñanza: billetera no mata galán.
En este ida y vuelta de pensar entre la moderación o la radicalización, en el tono de la campaña, si hablaban más fuerte o más suave, si caminaban hacia el futuro con un faro detrás o una tasser por delante, en Juntos nunca se enteraron que la sociedad los tenía en capilla. La mala gestión de Alberto no diluyó el recuerdo de la mala gestión de Macri, simplemente se acumularon las frustraciones. En esta elección Juntos le habló a la sociedad como si nunca los hubieran conocido antes, como si todo fuera un tema de forma y de tono. Pero en realidad, de que se trataba esta elección? El electorado estaba mirando la película por otra plataforma. Entonces, si lo conocido viene decepcionando desde hace rato, porque no probar algo distinto?
Cómo dijimos en el punto 1, Milei llego a las PASO sin estructura, y a pesar de todo logro hacer una buena elección. Enseñanza clave para entender lo que vendrá en octubre: billetera no mata galán, y aparato tampoco.
¿De donde sacó los votos el león? De todos lados. Es un voto transversal que no tiene que ver con el nivel educativo, ni económico, ni una zona determinada ni con la historia de votos previos. En algunos barrios populares históricamente votantes del peronismo, optaron por Milei. Hay cansancio con el peronismo y no hay otras opciones que entusiasmen.
Para finalizar, el dato que sigue preocupando a todo el sistema político es que en estas elecciones nacionales se verificó una mayor abstención (en las PASO presidenciales de 2019, la participación estuvo en un 76.40 y este domingo fue de un 70%), tal como ocurrió en los comicios provinciales. Es la señal de fastidio con las peleas interminables. Habría que repasar las estrofas de Charly en “Cerca de la revolución”: “Cerca de la revolución / el pueblo pide sangre… / Yo estoy cantando esta canción / que alguna vez fue hambre… / Lo que fue hermoso, será horrible después / No es solo una cuestión de elecciones / No elegí este mundo…”.
Las elecciones generales de octubre
Vamos por partes, porque por un lado están los electores y sus elecciones, y, por otro lado, están los candidatos y sus ventajas competitivas.
Votar al “menos malo”: no solo se trata de la preferencia o el gusto, sino de los sentimientos que se juegan a la hora de poner la boleta en el sobre. A veces malo conocido es preferible a bueno o buena por conocer, o a otro malo, o loco por conocer. Todo depende de la expectativa... y del miedo, quizá los electores frente a las opciones, se preguntan si es realmente necesario matar mosquitos a cañonazos, sobre todo en escenarios de altísima incertidumbre, o si es mejor avanzar por un camino medianamente conocido. De manera que, mientras para algunos se trató de un voto ideológico, para otros la elección se trató de taparse la nariz y votar, y otros simplemente vieron algo en Massa que no tienen los demás, y que puede ser importante para este momento histórico de la Argentina.
En las últimas semanas, “pasaron cosas”: Sergio Tomas Copperfield jugó a fondo con el spot “Tenemos presidente” y con otro en donde son un par de jóvenes que dicen lo que él piensa (peleando ese target con el libertario), como si necesitara que otros generaran una credibilidad que asume limitada. Su segunda herramienta de la semana fue el virtual feriado cambiario para que la última imagen en la retina de los votantes sea la explosión del dólar blue. Pero el plato fuerte ha sido la apuesta al miedo con un supuesto tarifario de servicios públicos mostrando que él protege a los trabajadores frente al “ajuste salvaje” de Bullrich y Milei. Dicho esto, ¿qué podemos ver en Massa? Básicamente que tiene iniciativa, y que es audaz. Quiere solidificar la sensación de que él “es capaz de cualquier cosa”, incluso aquello que muchos no creen que hará. Alguien sin miedo para un escenario de crisis. Alguien que no se va a quedar de brazos cruzados. No es menor…. Ya sea por atributos propios de liderazgo o por razones ideológicas, hoy por hoy Massa es el líder en el gobierno, y con Cristina y Alberto fuera de escena, logró generar una expectativa en un electorado que es proclive al voto peronista. Desde las PASO, recuperó el voto de varios desencantados que habían optado por el libertario. En Agosto, todo el combo de UxP obtuvo el 32,12% de los votos, y Milei el 24,52% en Provincia de Buenos Aires. Esta noche, los resultados provisorios indican que Massa sumó 42,88% en la provincia, logrando una diferencia de 11 puntos en un distrito clave, mientras el León, obtuvo 25,71%, sumando apenas un 1,2%. En Chaco y en Chubut, Massa repuntó casi un 9%. En Corrientes, con casi 8% de repunte respecto a las PASO, desbancó del primer lugar a Patricia Bullrich, como en Entre Ríos, aunque en menor %. En Jujuy se da un caso peculiar, UxP suma un diferencial de 11 puntos, sin embargo, gana Milei con 37,8%, 2 puntos menos que en agosto. Seguramente mañana avanzaremos en un análisis más detallado de toda la información, pero a todas luces se trata de un movimiento del electorado que vale la pena mirar con lupa.
El balotaje, ¿Qué podemos esperar?
Pronosticar el futuro de Juntos ocuparía una columna entera. De todos modos, más allá de la fractura expuesta de esta semana, hay una realidad paralela que siempre sale a la superficie: el poder de los generales con mando territorial –los gobernadores- que son los más pragmáticos, y que a partir del 10 de diciembre deben juntar la plata para pagar sueldos y aguinaldos. Se declararon neutrales. Lógico: 1) ¿para que se van a jugar ante una elección de final incierto? y 2) la mayoría en este mundillo cree que Massa tiene más posibilidades de ganar: equivocados o no, reflexionan “ya perdimos con Patricia ¿para qué perder dos veces seguidas?”. Esos generales pueden armar una columna vertebral que amortigüe la ruptura.
En la vereda de enfrente Sergio Tomás Copperfield –denominación que es una de las marcas registradas de esta columna- compra pochoclo y disfruta del conflicto ajeno. Su tropa ha sido muy prudente en no entorpecer la obra de teatro opositora. Como era de esperarse, el éxito genera un reconocimiento en el candidato de atributos de estadista nunca vistos. Así funciona habitualmente la psiquis humana. Listo como pocos, le pidió a Santoro que se bajará del balotaje innecesario en CABA. Así le quita a los Macri la posibilidad de hacer campaña en la capital y otorgarse un triunfo más. Evidentemente, al peronismo le faltaba alguien que lo ordenara y pensara estratégicamente con la cabeza fresca.